San Juan Bosco, más conocido como Don Bosco, es uno de los santos más grandes que Dios nos ha regalado. Su celo por la salvación de las almas no conoció límites. Este gigante de la fe, fundador de los Salesianos, dedicó toda su vida a rescatar a los jóvenes de las garras del pecado y el abandono, llevándolos al corazón amoroso de Cristo y al cuidado maternal de María Auxiliadora.
San Juan Bosco, conocido por su incansable celo, propio de un superhéroe, destacó por su amor por las publicaciones católicas.
Un santo con imprenta
En 1862, Don Bosco fundó una imprenta con un propósito claro: combatir la ignorancia y la inmoralidad con la luz de la verdad católica. Desde esa pequeña imprenta salieron incontables libros, folletos, catecismos y revistas diseñados no solo para instruir, sino también para evangelizar. Él mismo fue el autor de innumerables obras, abordando temas profundos con palabras sencillas que llegaban a todos, desde obreros hasta estudiantes. Con frecuencia, Don Bosco pasaba noches enteras escribiendo, aprovechando el único tiempo disponible que le dejaban tantas obligaciones. En una ocasión, la lámpara de aceite volcó mientras trabajaba y le quemó el librito en el que estaba escribiendo. El santo replicó: «El demonio puede quemar papel, pero no destruir la verdad» y volvió a empezar de cero sin inmutarse.
La imprenta de San Juan Bosco no era un negocio, sino un campo de batalla espiritual. En una época marcada por el anticlericalismo, la masonería y las ideologías destructivas, este sacerdote santo adoptó el estilo y la tecnología de su época para luchar por salvar almas. Su objetivo no era solo informar, sino llevar la verdad del Evangelio a las mentes y corazones. Es precisamente este celo el que lo convierte en el patrón de las editoriales. En Vita Brevis tratamos de imitar a Don Bosco y no queremos tan solo publicar y vender libros; aspiramos a editar únicamente libros que merezcan la pena.
Una nueva biografía de nuestro santo
Tenemos el inmenso privilegio de anunciar la publicación de una biografía sobre este santo extraordinario. Se trata de un libro muy ameno, lleno de anécdotas y milagros. En tiempos de confusión y mediocridad, seamos audaces como Don Bosco y usemos todos los medios posibles, antiguos y modernos, orales y escritos, para llevar a Cristo al mundo.
Don Bosco, patrón de las editoriales, ruega por nosotros.
