Tenemos el gusto de anunciar los resultados del I Concurso
Literario Católico de Historias Cortas convocado por la Editorial Vita
Brevis.
Como ya anunciamos,
los relatos ganadores han sido publicados en forma de libro por la Editorial
Vita Brevis. El título del libro es «El hilo invisible». El libro tiene 166 páginas y puede comprarse en formato
papel o electrónico (pdf, epub o kindle).
El
prólogo ha sido redactado por Pablo J. Ginés. Queremos aprovechar esta
ocasión para agradecer su amabilidad y desinterés al hacerlo, a pesar de sus
muchas ocupaciones. Pablo J. Ginés es periodista, dirige la Sección de Religión
del diario La Razón, colabora con Religión en Libertad y Forum Libertas y es
quizá una de las mejores plumas católicas que tiene España actualmente.
La finalidad de este
concurso es impulsar la literatura
católica en español y, para ello, promocionar
a los escritores católicos incipientes. En ese sentido, nos ha alegrado
comprobar el buen nivel literario de los participantes. Ciertamente, son pocos
los elegidos, por las limitaciones lógicas de un libro de este tipo, que no
puede ser excesivamente largo. Eso implica, sin embargo, que muchos relatos de
gran calidad no han podido ser seleccionados. Más de treinta relatos se
quedaron a las puertas de ser premiados y no se decidió si se iban a incluir o
no en el libro hasta el último momento.
Como editorial,
hemos entrado en contacto con un grupo nutrido de escritores, alguno ya
conocido, la mayoría en ciernes. Hemos
ofrecido o vamos a ofrecer la publicación de libros en solitario a varios de
ellos, así que dentro de más o menos un año empezaremos a ver nuevos frutos
de este concurso, que no se va a quedar en la edición de El hilo invisible.
Sin
más preámbulos, he aquí los Veintidós de la Fama, o, dicho de otro modo, la lista de los ganadores, junto con una
pequeña reseña de cada relato, redactada por los jueces del concurso:
Ana Basanta: El candidato.
Hacer buena
literatura con una campaña electoral como materia prima no es tarea fácil. Este
relato lo logra: con sutileza y buen estilo, plantea algunas de las
contradicciones de nuestra vida política, más allá del brillo de los focos y de
la retórica mitinera.
Elena Marqués Núñez: 1947.
La historia de la
literatura muestra variados ejemplos de sacerdotes como personajes literarios.
El padre Santos Arana, protagonista de esta historia, es un personaje
entrañable, real y bien construido. El relato, ambientado en las inundaciones
sufridas en Sevilla en el año que da título al texto, refleja el papel que
desempeña la Iglesia cuandos los problemas anegan una sociedad.
José Manuel Genovés Artal: Miguel.
Esta historia
transcurre en una noche cualquiera, en una habitación de hospital. El de
"Miguel" es un milagro de andar por casa. Lo más destacado de esta
obra es su profunda humanidad, su realismo esperanzado y palpitante.
Alberto de Frutos Dávalos: La colina mil uno.
En 1994, Ruanda
vivió uno de los mayores baños de sangre de la historia africana reciente. El
autor, con credibilidad y equilibrio, huyendo de las simplificaciones fáciles,
plasma la crudeza del conflicto, abriendo una puerta a la esperanza.
Bruno Moreno Ramos: Una decisión en conciencia.
Un juez. Un juicio.
Unos muchachos acusados de un gravísimo delito. Estos son los ingredientes de
un relato que, manejando con habilidad la intriga y el desarrollo psicológico
del protagonista, enfrenta al lector a uno de los grandes temas de la
literatura: el peso de la conciencia.
Jorge Durán: El negrito.
Relato de singular
estilo y de sabor campestre. Con un lenguaje austero y casi entrecortado, Jorge
Durán transporta al lector hasta la Sierra Grande.
Mario Crespo: Tener una tía monja.
Desde la sonrisa,
este relato casi anecdótico habla sobre el roce de la gracia sobre alguien que
no la espera.
Ruben Martín Camenforte: Los últimos días del seudónimo Gian Falco.
Giovanni Papini, uno
de los intelectuales italianos más destacados de su tiempo, se convirtió al
catolicismo tras la Primera Guerra Mundial. Este relato nos traslada a los
últimos días del autor de Gog. Destaca por su planteamiento original y su
estilo cuidado.
Alejandro Sanz Peinado: El puticlub.
Pese a la aspereza
de su título y de su ambiente, este relato, de prosa brillante y efectiva, está
empapado de esperanza.
Juan Antonio Ruiz, LC: ¡Adiós, Alonso!
Este texto narra una
historia trágica, pero lo hace sin recurrir a la sensiblería: con personajes
reales, creíbles y, pese a la brevedad, bien presentados. El desarrollo de la
trama sorprenderá al lector.
Lola Sánchez Lázaro-Carrasco: Catalina.
La autora de este
relato histórico nos conduce hasta la España del siglo XVI. Los personajes de
la reina Juana y su hija Catalina se presentan de forma brillante y
descriptiva.
José María Pérez Chaves: El engaño de Afrodita.
Historia que conjuga
la erudición mitológica con la más creativa originalidad. Con personajes bien conocidos
por los lectores (Menelao y Helena de Troya), el escritor trenza una
sorprendente trama que, desde la aparente lejanía de la Grecia homérica, aborda
conflictos eternos del hombre.
Joaquín Gómez Carrillo: El retrato de la Señorita Madre.
Muchos son los
autores que han situado sus creaciones literarias en la España rural. Joaquín
Gómez, con lenguaje preciosista, de barniz antiguo y sabor nostálgico, cuenta
una historia que podría haber sucedido en muchos rincones de nuestro país.
Dacio R. Medrano: El último hombre.
Jean Paul Florit es
uno de los muchos adeptos de una secta de doctrina oriental que, ante los ojos
del lector, se conduce hacia el desastre.
Yolanda Obregón García: El muñeco.
Entre 1969 y 1975,
transcurren dos vidas paralelas unidas por un muñeco de goma. Este cuento,
cargado de una sincera nostalgia de la infancia, aúna el estilo cuidado con la
inquietud temática.
Luis Fernando Pérez Bustamante: El hombre de corazón torcido.
Con sencillez
formal, esta fábula parte de una trama simple para abordar puntos centrales del
alma humana. Un efectivo análisis sobre la maldad.
Eleuterio Fernández Guzmán: El discípulo.
La figura de San
Esteban, primer mártir, es utilizada para mostrar los acontecimientos de la
Pasión de Cristo desde un prisma novedoso. Un hallazgo arqueológico dota a la
trama de profundidad y ubica al lector en la historia.
The Whiskerer: La taberna tomada.
Una lejana taberna
es el centro de esta ocurrente historia que, regada por el sabor del whisky,
plantea conflictos muy actuales.
Eugenio Rey Huerta: Un ovillo de lluvia.
Llueve. Un muchacho
completa sus deberes escolares; su madre hace calceta. Este relato, breve y
simple, sigue fielmente la llamada "teoría del iceberg": en pocas
líneas, presenta una historia compleja y profunda.
Manuel Valderrama Conde: Tres páginas, dos voces, un hexágono.
Las referencias
cultas de este relato, que abarcan desde Santa Hildegarda hasta Borges, pasando
por Rubén Darío o Lovecraft, fluyen en una historia ingeniosa, inimitable y
sorprendente.
Christian Peña: El Danger, historia de un redimido.
La entrañable
historia de Danger, un perro callejero adoptado por una familia, es, en el
fondo, una historia de redención: muy canina, pero, al mismo tiempo, muy
humana.
Raquel Andrés Durà: Frío.
La familia, centro
de la estructura social, es también uno de los temas más recurrentes de la
literatura de todos los tiempos. La autora lo aborda aquí desde un realismo
limpio y esperanzado, pese al viento gélido que inunda la trama.